Un año con mi gatita Zara

Hace un año encontramos a mi gatita Zara debajo de un naranjo,  con su cordón umbilical y fría como un témpano. No teníamos muchas esperanzas de sacarla adelante pero con paciencia y mucha dedicación lo conseguimos. Fue tal el éxito que hice un post con consejos para que más personas en circunstancias similares no se sintieran perdidas. Las primeras semanas nos tuvo sin dormir mucho pues los lactantes son como los bebes, no entiendes de horarios.

Hoy día es la princesa de la casa, tanto Chispa (la perrita), Otto (el gatete) como nosotros le consentimos todos pues es un dulce y se porta de maravilla. La gente que la conoce suele decirme que es medio perro medio gato, ya que ha adquirido comportamientos de perro, como pasear como un perrillo con su correa  o relacionarse con otros perros con mucha naturalidad. A los gatos normalmente les gusta ser acariciados solo en algunas partes, pues ella como cual perrillo  le gusta ser manoseada por todas partes. Además,  puede dormir contigo como un humano toda la noche, y esto es porque la hemos tenido en brazos desde el primer día.

En su día no me la quería quedar, pues ya tenía dos, solo quería salvarle la vida y  buscarle una buena familia. Le hicimos este precioso vídeo para el que pedíamos una familia buena y responsable. Tras pensarlo bien, decidimos adoptarla y hoy día no me arrepiento, siento una gran alegría poder compartir mi vida con ella. Varias personas se han puesto en contacto conmigo para adoptarla, hasta de Estados Unidos, pero a Zara ya no la damos ni por todo el oro del mundo, ¡no tiene precio!

Al tiempo, mi novio me confesó que estaba completamente seguro de que Zara sería para nosotros pues conociéndome no podría resistirme aunque por fuera yo dijera que no quería adoptarla. ¡Cómo me conoce! 

No me arrepiento de haberla adoptado, es más, creo que me hubiera arrepentido, ella significa mucho para todos. La casa ya no sería igual sin sus maulliditos tan carecterísticos o sin lametones que les da todos los días a la perrilla y gatito, creo que un día o, se desgasta su lengua, o desgasta a los demás, pues se pasa todo el día lamiéndoles.

Para mí, ella y mis otros dos biches son parte de mi familia, no concibo ya la vida sin ellos pues cada uno es alguien más en la familia.

Si en alguna ocasión te encuentras en mis circunstancias, ante todo, sálvale la vida, no lo dejes morir, luego ya le buscarás una familia. Si te sientes preparado para afrontar la responsabilidad que conlleva un animalito (alimentación, vacunas, dedicación etc,) adelante. Ten en cuenta que tu recompensa será siempre mucho mayor, llena de mimos por su parte y miradas que no te dejarán indiferente.

Seguro que os gustó las fotos, ¡nos vemos en Facebook y en mi blog Con Arte y Paciencia.¡