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Por cierto, hay un concurso de recetas y me
encantaría que me votaseis aquí . Sí gano puedo llevarme un set de utensilios para
la cocina que siempre vienen bien y con lo que me gusta andurrear en la cocina
esto sería todo un regalazo. Es muy fácil y no hay que registrarse:)
Separamos las claras de las yemas. Con la batidora de
varillas, batimos las claras a punto de
nieve (foto 1). Por otro lado, añadimos azúcar a las yemas y batimos hasta que
blanqueen, Después, las juntamos en un bol, junto con una pizca de sal y un
poquito de levadura en polvo, lo mezclamos pero sin batir, con movimientos envolventes y procurando que no se pierda la textura
esponjosa de la mezcla, después incorporamos
poco a poco la harina, tamizándola con un tamizador o un colador (foto 2).
Llegados a este punto, reservamos en un bol un poco de la masa para hacer el césped, aproximadamente un tercio,
Ponemos papel de horno sobre una bandeja grande de horno, y vertemos sobre él dos tercios, repartimos uniformemente con ayuda de una
espátula sobre toda la superficie, de forma que nos quede un espesor de medio cm aproximadamente
Introducimos la bandeja en el
horno, a media altura, a 170°C por
arriba y abajo, durante unos 10
minutos. Cuando esté hecho lo sacamos.
Cuando se haya enfriado,, pintamos toda la superficie del bizcocho
con almíbar. Para el almíbar,, aproveché el que me había sobrado de la deliciosa compota de membrillo. Si no tenéis, calentáis agua y agregáis el azúcar.Cuando rompa a hervir bajáis a fuego bajo y cocináis unos 15 minutos. Le damos un par de pasadas para que quede
más caladito (foto 3). Una vez calado con el almíbar, con cuidado, enrollamos el bizcocho sin retirarle el papel y lo dejamos enfriar (foto 4).
Apartando masa para el fondo de bandeja
Al tercio de la masa que hemos reservado le añadiremos unas
gotas de tinte para dejarlo de color verde (fotos 1 y 2).
En una bandeja pequeña en la
que vayamos a presentar el tronco, la
untamos muy bien con mantequilla, para que la masa no se pegue . Vertemos, extendemos y nivelamos sobre la
bandeja la masa que tintamos anteriormente (foto 3). No hace falta que este bizcocho
sea muy grueso, solo buscamos una base comestible y coloreada para nuestro
tronco. Introducimos la bandeja en el horno,
a media altura, a 170°C por arriba y abajo, durante unos 10 minutos (foto 4).
Montamos la nata y azúcar con la batidora de varillas, es recomendable que la nata esté fría de la nevera para que
monte mejor (foto 1).
Desenrollamos
el bizcocho con cuidado y extendemos sobre él la nata de
forma homogénea. Ahora enrollamos el
bizcocho relleno con mucho cuidado, ayudándonos de un cuchillo largo para despegar el bizcocho del papel sin que se nos
rompa el bizcocho (fotos 2 y 3). Después, cortamos un
extremo tronco, en diagonal (foto 4). Reservamos las dos piezas, con el pliegue
final hacia abajo para que no se vea.
Los chocolates
Para nuestro tronco vamos a
hacer dos tipos de chocolates, un
betún para la primera cobertura del tronco y otro para la corteza y detalles
decorativos.
Para el betún cobertura (foto 1), mezclarmos en un bol, unos 100 gramos de
mantequilla, con azúcar glas, después fundimos en el microondas media tableta
de chocolate fondant, a temperatura baja y a intervalos de 15 a 30 segundos, lo
incorporamos, mezclamos de forma homogénea y lo dejamos reposar .
Presentamos sobre el fondo de bandeja las dos piezas del tronco (foto 2,) utilizamos un poco de betún para unir las piezas, es recomendable poner trozos de papel de horno a los lados, para evitar ensuciar el fondo con el betún, de forma que después podamos retirarlos fácilmente.
Una vez tenemos el tronco en su sitio y con la forma que deseamos, lo cubrimos con el betún de chocolate, pero dejando libres los tres extremos del tronco, para que parezca que está serrado.
Para la corteza (foto 3), fundimos en el microondas una tableta de chocolate
fondant, del modo anterior, extendemos
uniformemente sobre una hoja de papel de horno, con ayuda de una espátula o
cuchillo largo, después, con cuidado lo introducimos en el frigorífico para que
endurezca, al menos por media hora.
También con chocolate fundido
hacemos hojitas (foto 4). Para ello, cubrimos
hojas naturales limpias, por ejemplo de albahaca, y dejarlas enfriar, después,
con cuidado, se separan las hojas del
chocolate y tenemos hojitas de chocolate.
Montando
el tronco
Sacamos del frigorífico el chocolate para la corteza, con la mano lo
vamos rompiendo en trozos alargados e irregulares,. (foto 1). Con arte y paciencia, vamos pegando los trocitos cubriéndolo todo y
conformando la corteza de nuestro tronco, podemos ayudarnos del betún para
pegar trocitos en sitios más complicados (foto2)
Los
detalles finales
Utilizaremos merengue para hacer unas setas como
toque final. Para ello batimos 1 clara
de huevo a punto de nieve con la batidora de varillas, después vamos añadiendo azúcar glass sin dejar de batir,
hasta que conseguimos un merengue más o menos consistente (foto 3). Lo metemos en una manga pastelera y, sobre un papel de horno, vamos
haciendo por un lado los pies y por
otro los sombreros de las setas,
añadiendo gotas de tinte podemos dar color a estos detalles si queremos (foto 4).
Metemos los merengues al horno a unos 100°C durante 20 minutos y con calor por
arriba y abajo. Pasado el tiempo y habiendo dejado reposar unos minutos, juntamos los sombreros y los pies,
usando un poco de betún de chocolate si nos ha sobrado.
Colocamos setas entre los
huecos de la corteza del tronco y también sobre el fondo de bandeja. También
ponemos las hojitas de chocolate y cualquier otro detalle que se nos ocurra.
Después espolvoreamos las setas con un
poco de cacao en polvo y todo el conjunto con azúcar glass para dar al
conjunto aspecto de nevado.
Qué os ha parecido, bien bonito y vistoso, ¿no? Espero que os animéis ahora que vienen estas fiestas aunque podéis prepaprarla en cualquier época.
Os espero en Facebook y e mi blog Con Arte y Paciencia
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