Con este truco se acabó la tediosa tarea de pelar los tomates. En un momento tendremos unos tomates perfectamente pelados y sin desaprovechar nada.
Hacéis un corte superficial en forma de cruz en la base. Con agua que
cubra por completo los tomates, los escaldáis (introducirlos en agua hirviendo)
unos segundos y listos para pelar sin problema.
Si está más de un minuto os recomiendo sumergirlos en agua muy fría para parar el proceso de
cocción.
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