Estamos
muy acostumbrados a comer como tapa o entrante los boquerones con vinagre en España pero, ¿habéis probado la misma receta con anchoas?
Está bien rica y son un poco más grandes que los boquerones por lo que es más
fácil manipularlos. Aunque es un poco laborioso, cuando las probéis, veréis que
merece bastante la pena.
Os
recomiendo que compréis al menos medio kilo.
Ingredientes:
Anchoas
Vinagre
blanco
Aceite
de oliva extra
Ajo
Perejil
Sal
Aceitunas y/o cebolla para decorar
Comenzamos
limpiando muy bien las anchoas, sin cabeza ni espinas. Podemos ayudarnos de
unas tijeras para ir más rápido.
Una
vez limpias, las metemos en un recipiente y las dejamos en el congelador 24
horas para eliminar cualquier parásito.
Transcurrido
el tiempo, las descongelamos, secamos en
papel y volvemos a colocarlas en el recipiente.
Por cada capa de anchoas,
añadimos una capa de sal. Cuando hemos terminado, rellenamos el recipiente de
vinagre y lo dejamos unas horas, hasta que veamos que ha tomado un color más
blanco.
Tras
varias horas, sacamos las anchoas del vinagre y en otro recipiente las volvemos
a colocar. Por cada capa de anchoas, añadimos perejil y ajo en pequeños trozos
a nuestro gusto. Finalmente añadimos el aceite de oliva hasta cubrir el recipiente.
Esperamos un rato a que
los anchoas se impregnen de dichos
ingredientes y, ¡listo para degustar!
Veréis
que otros boquerones, son más blancos, esto es debido a los blanqueantes que
los someten. Yo no lo hago pero si queréis conseguir este aspecto podéis
proba añadiendo con unas gotas de agua oxigenada.
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